Implantes subdermales

Son anillos o bolitas de acero inoxidable o teflón que se colocan bajo la epidermis y producen, de este modo, realces en la piel. Todavía son pocos los que la practican en el país, pero su uso se está expandiendo.

El procedimiento es bastante sencillo: se realiza una incisión cerca del área en donde se insertará el implante, luego se hace un ‘bolsillo’ con una espátula llamada elevador dermal, en donde se inserta el objeto. Una vez introducido el mismo, se quita el elevador, se cose la piel y queda listo. Una vez finalizado el procedimiento, el objeto puede moverse un poco de su posición original y eso es completamente normal. A pesar de esto, el paciente debe tener los cuidados necesarios para asegurar que el objeto no se mueva completamente de lugar porque podría causar un cambio en el diseño propuesto. El tiempo del procedimiento varía de acuerdo a la persona tratada y los implantes. En algunos casos puede durar tan sólo 10 minutos mientras que en otros hasta casi 1 hora. Generalmente, los sujetos suelen no utilizar anestesia, por lo que soportarán el dolor en la totalidad del procedimiento. Si bien los implantes fueron hechos para ser permanentes, son fácilmente removibles. De hecho, expertos dicen que resulta más fácil la remoción de los implantes que su introducción.

Los materiales más comunes utilizados en los implantes sub-cutáneos son: el titanio, la silicona sólida y el teflón; últimamente se han puesto de moda los imanes como implante, que aparte de tener un fin estético, colaboran a una percepción sensorial que va más allá de la estética (el hecho de tener un imán debajo de la piel y atraer a metales con él). Otros materiales tales como el acero inoxidable se pueden utilizar, pero algunas personas pueden desarrollar una reacción alérgica, rechazando el implante.

La colocación, forma y tamaño de los implantes es tan infinita como lo es la imaginación; pueden variar desde dos implantes de cuernos en la frente, varias estrellas dispersas por el torso, o protuberancias angulosas simulando pieles de algunos reptiles. Hoy en día, más de 50,000 personas alrededor del mundo poseen implantes artísticos.